Autobiografía
En 1966 Carmen Kurtz escribe una carta a Montserrat Sarto, la afamada especialista en literatura infantil y juvenil y fundadora de la ya desaparecida Talentum, la primera librería de literatura infantil y juvenil. En ella le incluye un esbozo autobiográfico.
Querida Montserrat:
Gracias por tu atención y haber merecido ser elegida para figurar entre los seleccionados. Deseo que tengas muchos éxitos con el libro y mucha suerte. Y ahora pasemos a tus preguntas:
Mi nombre es Carmen de Rafael Marés, viuda de Kurz.
Nacida en Barcelona el 18 de Septiembre de 1911.
Salvo el hecho de saber contar cuentos e historias para niños no me conozco ninguna otra “gracia” que pueda interesarles. Creo tener una cierta habilidad manual y vestí a mi hija Odile (que ahora tiene 29 años, casada y madre de una niña preciosa que se llama Carolina) desde que nació hasta que se casó. No sé si esto puede interesar a los pequeños. Me gusta también la decoración y siento mucho orgullo por mi casa. Quizá… pero no te rías, si fuera menos tímida creo que hubiera podido ser un buen payaso y si me lo pidieran para una función benéfica, no lo dudaría. Claro está que haría de payaso tonto.
Disfrazada y bien maquillada no tendría reparo en enfrentarme con el público. Cuando he hecho algo en este sentido ante niños o mayores he logrado auténticas carcajadas. Sé dar la impresión de desmañada, desmadejada y tonta. Pero, claro, no puedo decir que he triunfado en ese camino.
Mi autobiografía en breves trazos es la siguiente:
Creo que mi modo de ser es el resultado de todas las nacionalidades que me integran. Mi bisabuelo paterno marchó a los Estados Unidos a los diecisiete años y se casó allí con una norteamericana. De este matrimonio nació mi abuelo que, también en los Estados Unidos, contrajo matrimonio con una belga. Mi padre fue uno de los descendientes de esta unión y nació en La Habana, pues el bisabuelo, después de años de residencia en los Estados Unidos pasó a México y de allí a Cuba. Era el propietario y director del periódico Nacionalista “La Voz de Cuba”, con anterioridad colaboró en “El eco de Ambos Mundos” semanario español que se publicaba en Nueva York.
También mi abuelo materno marchó a los Estados Unidos a los diecisiete años. Allí se casó con una inglesa. Mi madre nació en Baltimore. Ambas familias regresaron a España y mi padre se casó con mi madre. Por desgracia esta unión duró poco. Mi madre murió cuando yo tenía cinco años dejando cuatro hijos pequeños.
Toda mi sangre española es catalana.
Te digo esto porque para mí ha sido muy importante y se ha reflejado en mi educación y mi temperamento.
A los cinco años entré en un parvulario, Montessori, y a los seis empecé mis estudios en el Colegio del Sagrado Corazón de Barcelona. La durísima disciplina de aquellos años arruinó mi salud y hube de salir del colegio a los diez años. Mi padre fue mi profesor durante tres años. Era un hombre cultísimo y muy severo. En él se veía la impronta de las dos religiones de la familia, el catolicismo llevado al máximo y el puritanismo protestante de su abuela la norteamericana, hija de un pastor protestante. En aquellos tres años me cuidé y aprendí bastante, con muchas lágrimas también. Luego me metieron en el colegio de Loreto. Tuve suerte de encontrar muy buenas profesoras. Lástima que en aquellos años, y quizá por mi salud aún no muy buena, no me permitieran hacer el bachillerato. Sabía el francés a la perfección y bastante inglés. A los diecisiete años me enviaron al Sagrado Corazón de West Hill y obtuve la Licenciatura Inglesa.
Conocí a mi marido en Barcelona. Era de origen alsaciano. Nos casamos en 1935 y me fui con él a Francia. Mi hija nació en Melun, en 1936. En 1939 al estallar la guerra mi marido fue destinado a la Línea Maginot. Allí le hicieron prisionero los alemanes en junio de 1940. Fue internado en un campo de concentración hasta que a fines del 41 por mediación de la embajada española pude hacerle liberar. Regresamos a España en 1943. A partir de entonces el matrimonio fue un fracaso, pues mi marido nunca se repuso del campo de concentración. Murió en noviembre de 1962.
Mi memoria te dirá la parte bibliográfica. No sé si esto que te digo podrá servirte de algo. Para mí lo es todo porque soy fruto de todas estas cosas buenas y malas que me han ocurrido.